Probablemente, todos conocen algo de la historia de Mark
Zuckerberg y su creación que revolucionó el mundo, Facebook.
Sí, quizá la creación de esta red social ha permitido cosas
que antes eran inimaginables y ha abierto paso a un mundo más moderno y
tecnológico. Pero, la aparición de Facebook puede tener un trasfondo
bastante complejo e interesante. En el prólogo de "El proyecto Facebook y
la posuniversidad" hacen mención a distintos aspectos que valen la pena
tener en cuenta en el mundo digital de hoy.
Las herramientas tecnológicas y sus impresionantes avances,
son, hoy en día, parte de la cotidianidad de cientos de personas. La cantidad
de dispositivos móviles y su diversidad de funciones es algo impresionante.
Pero, ¿verdaderamente, estamos usando todo eso para algo productivo?. Aquí, la
reflexión va más allá de sí le damos o no un buen uso a estos progresos
tecnológicos. Aquí, lo importante es aprender y, sobretodo, entender que lo que
diariamente tenemos en nuestras manos puede ser el arma más poderosa; siempre y
cuando lo veamos como una oportunidad para mejorar el mundo y no,
solamente, para pertenecer a él.
En mi opinión, la creatividad la tenemos y, ahora, las
facilidades, para hacer realidad todo lo que tenemos en mente, también. La
mayoría de lo que el mundo moderno nos ofrece son nuevas tecnologías, redes
sociales e infinidad de cosas relacionadas y esto puede ser el punto de partida
para hacer nuestras propias creaciones. La idea no es
simplemente quedarnos con aprender a manejar lo que ya
está hecho; ese es tan sólo el punto de partida. Aprender e ir más allá debería
ser el propósito. Es importante entender y poner en practica, de distintas
formas, ese conocimiento y, si es posible, también, transmitirlo.